Migraciones y procesos de codesarrollo

Migraciones y procesos de codesarrollo.  Primeros avances, aproximación al trabajo de campo y continuos replanteamientos[1]

Alba Vallés Marugán*

 

Resumen: Con esta investigación se pretende avanzar en el estudio del codesarrollo, entendido como vínculo entre fenómeno migratorio y cooperación al desarrollo, a partir del caso concreto de la migración senegalesa en Granada, España, y mediante la aplicación de una doble metodología: análisis documental de la política española de cooperación para el desarrollo, y entrevistas semi-estructuradas con diferentes agentes, sobresaliendo el papel de los/as migrantes como protagonistas de estos procesos.

———

Introducción

En este trabajo se exponen los principales avances de la investigación de tesis doctoral de la autora, la cual se centra en el estudio del codesarrollo, entendido como una forma de vincular el fenómeno migratorio y el desarrollo. Asimismo, entendiendo el codesarrollo como un vínculo transnacional entre sociedad de origen y receptora, se torna preciso trabajar en ambos lados, analizando las diferentes prácticas transnacionales llevadas a cabo por los y las migrantes, actores fundamentales, que también plasmen el vínculo existente entre el desarrollo y el fenómeno migratorio.

Varios son los motivos que, consideramos, tornan el codesarrollo en una temática de gran interés y relevancia, no solo en el ámbito académico, sino también a nivel práctico, por sus enormes implicaciones sociopolíticas, tanto en materia de convivencia y relaciones con las personas migrantes, como en el ámbito de las políticas migratorias y de cooperación internacional para el desarrollo. En este sentido, pese a los diferentes trabajos de investigación llevados a cabo en los últimos 20 años en materia de codesarrollo, tanto a nivel internacional como en España, éste constituye todavía un concepto complejo y, sobre todo, ambiguo y polisémico, carente de una definición clara y unitaria. Con esta investigación, pretendemos seguir concretando esta noción, aportando un nuevo enfoque y explorando los distintos significados que otorgan al codesarrollo los diferentes actores implicados en el contexto específico de la migración senegalesa en España.

Así, tras plantear los objetivos perseguidos con esta investigación, en primer lugar, se realizará una breve aproximación teórica al concepto de codesarrollo. Seguidamente, se expondrán los avances alcanzados con base en la implementación del análisis documental de los principales documentos de la política española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Finalmente, se trazarán algunas pinceladas de las que están siendo las primeras discusiones o reflexiones con base en los aprendizajes vividos a lo largo de este proceso que es el construir una tesis doctoral.

Con todo ello, se pretende seguir avanzando en el estudio del codesarrollo, entendiéndolo como un vínculo entre fenómeno migratorio y cooperación al desarrollo, plasmado en acciones concretas tanto en las sociedades emisoras como en las receptoras, en las cuales los/as migrantes se erigen como principales protagonistas y agentes de desarrollo.

———

Objetivos de investigación

Desde el inicio del proceso investigador, éste fue planteado de modo en que se fuera construyendo de forma continua y diacrónica, según los descubrimientos y aprendizajes adquiridos. Sin embargo, con tal de no desviarse de los intereses centrales de la investigación, y tras varias reflexiones y planteamientos, la gran pregunta planteada como eje vertebrador quedaría concretada de la siguiente forma: ¿de qué forma se combinan (sea en contraposición o complementariedad) el discurso institucional oficial y las prácticas concretas de los y las migrantes para configurar el concepto de codesarrollo en el contexto concreto de la migración senegalesa en Granada? Así, pretendemos analizar el concepto de codesarrollo en su articulación como vínculo entre migraciones y desarrollo, y entre origen y destino, en el contexto concreto de la migración senegalesa en Granada. Para ello, analizamos las prácticas de codesarrollo llevadas a cabo por los migrantes senegaleses y por otros agentes implicados, y comparamos los resultados con el discurso institucional del codesarrollo.

Con todo ello, se han planteado tres grandes objetivos generales (en adelante OG): el OG1 se centra en comparar el discurso institucional del codesarrollo con los discursos, prácticas y percepciones de las personas migrantes. El OG2, en analizar el papel y las aportaciones de los distintos agentes implicados, teniendo especial relevancia en este caso las entidades del Tercer Sector vinculadas de algún modo a la presencia de personas de origen senegalés en la ciudad de Granada. Por último, el OG3 se centra en documentar la noción de codesarrollo a partir de las diferentes aportaciones teóricas y prácticas, con tal de construir una nueva definición y vislumbrar los elementos clave de su futuro.

———

Breve aproximación teórica

Como se anunciaba, se pretende seguir cuestionando la noción de codesarrollo, entendida, a grandes rasgos como la forma en que se vincula fenómeno migratorio y desarrollo, ocupando por tanto un lugar esencial la cooperación internacional para el desarrollo (Lacomba, 2012). Asimismo, el codesarrollo también constituye un vínculo entre la sociedad de origen y la sociedad receptora de los flujos migratorios, abogando por una relación entre Estados más basada en la horizontalidad, bidireccionalidad y beneficio mutuo (Giménez et al., 2006), teniendo en todo esto un papel esencial los y las migrantes, considerados agentes de desarrollo.

El concepto de codesarrollo se popularizó a finales de los años noventa, a partir de su planteamiento político en Francia, y en España tuvo su momento de auge en la primera década de los 2000, en que proliferaron tanto estudios, tesis e investigaciones, como multitud de proyectos y prácticas, tanto de cooperación como vinculados a la política migratoria y/o de integración (Lacomba, 2010). Sin embargo, dado que el codesarrollo engloba acciones que van desde el envío de remesas, hasta el retorno y la inversión en origen, muchas de las prácticas que son implementadas por los y las migrantes pueden ser consideradas ‘de codesarrollo’ desde antes de que fueran etiquetadas como tales (Aboussi, 2015).

Sin embargo, uno de los problemas del codesarrollo es que constituye un concepto que abarca multitud de prácticas, acciones y planteamientos diferentes, y que pese al tiempo transcurrido no ha acabado de concretarse (Garreta y Guillem, 2010). Lo que, es más, tras ese auge, en los últimos años ha sido casi descartado de las políticas de cooperación y ya no proliferan tantas investigaciones ni proyectos de codesarrollo. Y, ¿a qué se debe esto? ¿Por qué ya no interesa el codesarrollo? Puede que, por la caída del interés por la propia cooperación, a la vez que se ha modificado la consideración social respecto al fenómeno migratorio y el beneficio que puedan aportar estas personas, sobre todo tras la crisis económica y estructural vivida en los últimos años. Además, ¿por qué sigue siendo un concepto ambiguo? ¿No interesa tener una definición cerrada, de modo que pueda abarcar cualquier acción o discurso que vincule migraciones y desarrollo? O, simplemente, ¿ya no interesa el codesarrollo?

Por otra parte, el codesarrollo se vincula con la transnacionalidad (Aboussi, 2012), al fomentar vínculos que rebasan las fronteras nacionales, en una supuesta relación horizontal y de ayuda mutua, siendo los migrantes, de nuevo, los actores clave. En este sentido, en el codesarrollo, los y las migrantes se hallan polisituados, y se erigen como agentes plurales y transnacionales, por quienes pasa el vínculo entre sociedad de origen y sociedad receptora. Además, tanto el transnacionalismo como el codesarrollo y el vínculo migraciones-desarrollo constituyen procesos dinámicos que se hayan estrechamente conectados (Gatugu, 2008). La perspectiva transnacional nos aporta una nueva forma de comprender las migraciones internacionales, y en concreto, el ‘transnacionalismo desde abajo’ (Al-Ali y Koser, 2002), centrado en las relaciones entre Estados donde tienen lugar las vidas cotidianas de las personas, por lo que parece relevante tener en cuenta la propuesta de Glick-Schiller y Faist (2010) de entender el vínculo entre migraciones y desarrollo atravesado por los procesos transnacionales.

———

Primeros resultados de investigación: análisis documental

Con el objetivo de analizar el discurso institucional del codesarrollo, una de las metodologías empleadas ha sido el análisis documental de los principales documentos de la política española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Para ello nos hemos fijado en cómo se abordan el fenómeno migratorio, por un lado, y el codesarrollo, por el otro, en los documentos recogidos en el siguiente cuadro:

DOCUMENTO

AÑOS

Ley 23/ 1998 de 7 de julio, de Cooperación Internacional para el Desarrollo

1998

Planes Directores de la Cooperación Española (PD)

I (2001-2004), II (2005-2008), III (2009-2012), IV (2013-2016), V (2018-2021)

Planes Anuales de Cooperación Internacional (PACI)

2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012

Comunicaciones anuales

2013, 2014, 2015, 2019

CUADRO 1. Documentos analizados. Elaboración propia

Es pertinente destacar algunos aspectos: primero, que en la Ley de cooperación no se hace mención alguna ni al fenómeno migratorio y su posible vínculo con el desarrollo, ni a la noción de codesarrollo. Segundo, los PD son cuatrienales y marcan las pautas a seguir por los PACI. Como podemos ver, el último y actual PD ha sido publicado con dos años de demora, y en cuanto a los PACI, solo hemos podido acceder a los planes completos hasta el del año 2012, pudiendo acceder en años posteriores únicamente a sus comunicaciones. Además, no ha habido PACI en los años 2016, 2017 y 2018. Todos los documentos están disponibles en la página web de la AECID[2].

Tras un primer análisis de estos documentos, podemos comprobar que el discurso institucional sobre el codesarrollo, así como la percepción sobre el fenómeno migratorio, han ido evolucionando a lo largo de los años, en consonancia con los cambios políticos, económicos y sociales de la sociedad española. La migración suele ser presentada como una problemática o incluso un desafío social que es posible abordar desde la cooperación al desarrollo, basándose en la premisa de que el desarrollo económico y social de los lugares de origen frenará la necesidad o la voluntad de emigrar de estas personas.

En un primer momento, se prioriza la gestión migratoria y la ayuda es condicionada a la misma a partir de un discurso preventivo de las migraciones. Posteriormente, se defiende la riqueza que puede conllevar la presencia de personas migrantes, tanto para las propias sociedades de origen como para la sociedad española, lo que viene acompañado, en el campo del codesarrollo, de una consideración de los migrantes como agentes transnacionales de desarrollo. Las personas migrantes resultaban esenciales no solo para promover el desarrollo en origen (aunque los planes suelen centrarse en este aspecto), sino para favorecer la integración en destino, fomentando la creación de sociedades interculturales.

Sin embargo, el discurso vuelve a sus orígenes, poniendo de relieve el papel de las remesas y el retorno, y buscando fomentar, mediante la cooperación, la migración legal, segura y ordenada, tal como se dicta desde orientaciones internacionales. Además, el codesarrollo no siempre ha estado presente en estos documentos, sino en un periodo concreto en que la propia cooperación vivió un gran auge, y en que la migración era considerada una fuente de riqueza y beneficio mutuo.

 ———

A modo conclusión

Hasta el momento actual, solo ha sido posible aproximarse al análisis del discurso institucional del codesarrollo tal y como este aparece en la política española de cooperación internacional para el desarrollo. Sin embargo, de cara a comparar dicho discurso con la realidad práctica y las percepciones de las personas migrantes, esta metodología debe ser combinada con la realización de entrevistas semi-estructuradas, encuentros y observación participante con diferentes agentes asociados a estos procesos. De todos modos, podemos sacar a relucir las primeras reflexiones surgidas a partir del trabajo realizado.

Primero, en el análisis del discurso institucional del codesarrollo tal y como se presenta en las políticas migratorias y las políticas de cooperación en España (así como el vínculo entre ambas), se debe tener en cuenta que España se erige como sociedad receptora de flujos provenientes del Sur Global a la vez que como Estado donante de ayudas al desarrollo, lo que marcará la forma en que se conciba, defina y aplique el codesarrollo.

Segundo, resulta esencial conocer las prácticas concretas de las personas migrantes que podemos catalogar como ‘de codesarrollo’, tanto aquí como allí, y ver cómo las entienden ellos y ellas. Además, ver qué tipo de acciones llevan a cabo en Granada y si las mismas pueden relacionarse con el fomento de la convivencia y la inclusión y la participación en diferentes acciones colectivas. Al comparar estas acciones prácticas y los discursos cotidianos de las personas migrantes, pareciera que el discurso institucional se centra más en la gestión migratoria, mientras que las prácticas de los y las migrantes buscan dar respuesta a las necesidades de sus familias, grupos y comunidad de origen.

Tercero, y en estrecha relación, conocer sus percepciones del codesarrollo y las ideas que puedan tener del cambio, tanto respecto al ‘desarrollo’ de sus lugares de origen como a su propia integración y vida en Granada. Resulta interesante ver así, qué ocurre con las diferentes nociones y términos que vinculan migraciones y desarrollo. ¿Quién usa estos términos? ¿De dónde surgen? ¿Se adaptan a lo que hacen finalmente las personas?

Todo ello nos va a permitir obtener y comparar varios discursos sobre el codesarrollo, con tal de dilucidar sus elementos centrales y aportar un grano de arena a la clarificación del término, intentando favorecer su utilidad en las acciones concretas de los y las migrantes, tanto respecto a sus lugares de origen, como en su vida cotidiana en la sociedad en la que viven.

 ———

Referencias bibliográficas

Aboussi, M. (2012). El codesarrollo ante los retos actuales del transnacionalismo, gobernanza y ciudadanía: aplicaciones al cao Hispano-Marroquí. Tesis Doctoral, Universidad de Granada, Granada.

Aboussi, M. (2015). “Codesarrollo institucional versus codesarrollo académico: enfoques preventivos, politizados e idealistas de una idea con potenciales de desarrollo compartido” en García, F.J; Megías, A. y Ortega, F. (Eds.) Actas del VIII Congreso sobre Migraciones Internacionales en España (Granada, 16-18 de septiembre de 2015). (pp. S28/3–S28/10). Granada: Instituto de Migraciones.

Al-Ali, N. y Koser, K. (2002) “Transnationalism, international migration and home” en Al-Ali, N. y Koser, K. (ed.) New Approaches to Migration? Transnational communities and the transformation of home (pp. 1-14). London: Routledge.

Garreta J. y Guillem, X. (2010). “Introducción. Migraciones y codesarrollo” en Solé, C. (coord.) Migraciones y desarrollo. El codesarrollo: del discurso a la práctica. (pp. 9-19). Barcelona: Anthropos.

Gatugu, J. (2008) “Migrations, transfers et co-développement: les Africains d’Europe” en Manço, A. (ed.) Valorisation des compétences et co-développement (pp. 145-169). Africain(e)s qualifié(e)s en immigration. Paris: L’Harmattan.

Giménez, C., Martínez, J.L., Fernández, M. y Cortés, A. (2006). El codesarrollo en España. Protagonistas, discursos y experiencias. Madrid: La Catarata.

Glick-Schiller, N. y Faist, T. (2010). “Introduction: Migration, Development and Social Transformation” en Glick Schiller, Nina y Faist, Thomas (eds.) Migration, Development and Transnationalization (pp. 1-21). EEUU: Berghahn Books.

Lacomba, J. (2010) “El codesarrollo: debilidades y fortalezas de una idea y su práctica” en Solé, C. (coord.) Migraciones y desarrollo. El codesarrollo: del discurso a la práctica. (pp. 37-57). Barcelona: Anthropos.

Lacomba, J. (2012) “El codesarrollo visto desde el Mediterráneo. Lecciones a partir del caso marroquí” en Aboussi, M. (coord.) El codesarrollo a debate. (pp. 27-33). Granada: Editorial Comares.

———

[1] Este paper ha sido elaborado a partir de la comunicación presentada en el IV Seminario Doctoral de Investigación en Estudios Migratorios (24 al 26 de junio de 2019, Granada).

[2] Disponible en http://www.aecid.es/ES [último acceso junio de 2019].

*Investigadora predoctoral del Instituto de Migraciones (UGR) con contrato FPU (16/03409) del MECD (Gobierno de España), en el Departamento de Antropología Social, Facultad de Filosofía y Letras (UGR). Graduada en Antropología Social y Cultural (UCV) con Máster en Cooperación al Desarrollo, Gestión Pública y de las ONGs (UGR). Investigación doctoral en curso en el Programa de Estudios Migratorios (UGR), sobre procesos de codesarrollo, migraciones africanas y cooperación para el desarrollo. Contacto: albavalles@ugr.es

Nueva Zelandia y las energías renovables

Nueva Zelandia y la Iniciativa Regional sobre energías renovables en Oceanía: Logros y retos para 2020.

Francisco Javier Leyva Ortiz*

 

Resumen

En el presente trabajo, se describe cómo ha sido la cooperación neozelandesa en las islas del Pacífico Sur a lo largo de la historia y cómo se empieza a apostar por una Iniciativa Regional, en específico, en energías renovables, a partir de la Cumbre del Pacífico sobre Energía en 2013. Se analizan sus resultados en el primer trienio (2016) y cuáles son los motivos de dicho país para apostarle a este programa, tanto en desarrollo sostenible, como de inversión, en miras de que en 2020 se cumple su segunda etapa.

Palabras clave: Nueva Zelandia; Regional; Energías renovables; cooperación; desarrollo sostenible; Agenda 2030, ODS.

 

Introducción

Una de las principales y más recientes estrategias que ha usado Nueva Zelandia en la cooperación internacional para el desarrollo (CID) de Oceanía, es la instalación de tecnología productora de energías renovables. En 2013, se organizó en Vancouver, Canadá, the Pacific Energy Summit (por su traducción, Cumbre del Pacífico sobre Energía) y a partir de este momento, crea una Iniciativa Regional cuya finalidad es convertir al continente en la zona con menos combustibles fósiles en el mundo. Sin embargo, ¿realmente esto es con fines de alcanzar el desarrollo sostenible y mitigar los efectos del cambio climático en la zona?

 

Nueva Zelandia y la CID

Si bien podría parecer que por su situación geográfica, aislada del mundo, tendría un papel similar en la política internacional, cada década, su rol aumenta y se diversifica en todo el mundo. Según Wayne Mapp (2014) “durante sus primeros años de asuntos exteriores de Nueva Zelandia se extendieron a los asuntos exteriores del Reino Unido, pero después de la Segunda Guerra Mundial y después de la Guerra Fría” (P. 5). Sin embargo, hoy en día, los intereses de la nación kiwi son más independientes y con mayor peso político, especialmente en el Pacífico Sur.

Desde que Nueva Zelanda obtuvo su independencia, ha brindado cooperación internacional para el desarrollo (CID) a los países y territorios de Oceanía, comenzando con sus propios Estados autónomos y territorios (Islas Cook, Niue y Tokelau) y más tarde, la extendió sobre todo el continente. Si bien es cierto que su CID se ha expandido a lo largo y ancho del mundo, dicha región sigue siendo la prioritaria y al mismo tiempo, la de mayor desafío, especialmente ahora, en la lucha contra los efectos del cambio climático.

Las prioridades regionales de la ayuda de Nueva Zelanda se encuentran en el sitio web oficial de su Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio, en su Plan Estratégico del Programa de Ayuda (Aid Program) (2015):

Las asociaciones con países donde tenemos nuestros programas de ayuda más amplios se ven reforzadas por Compromisos Conjuntos para el Desarrollo o documentos equivalentes. Estos compromisos de alto nivel ofrecen una visión integrada de las inversiones en ayuda de Nueva Zelanda, resumen el proceso de diálogo sobre políticas y establecen responsabilidades y resultados mutuos. Nueva Zelanda tiene actualmente esta forma de asociación con las Islas Cook, Indonesia, Kiribati, Niue, Papúa Nueva Guinea, Samoa, Islas Salomón, Timor Oriental, Tonga, Tokelau, Tuvalu y Vanuatu. Anticipamos un enfoque similar con Fiji y Myanmar. En Afganistán, Camboya, Laos, Filipinas, Nauru y Vietnam, mantenemos una cartera de ayuda de países específicos. En países de África, América Latina y el Caribe invertimos en iniciativas individuales. En el Pacífico Norte, apoyamos pequeños proyectos. (P. 6).

Ya desde 1947, su primer año como país independiente, apostaba por la cooperación multilateral para brindar apoyo a la zona. Se unió a Australia, Francia, el Reino Unido y los Estados Unidos para formar la Comisión del Pacífico Sur (SPC, por sus siglas en inglés), un organismo regional para promover el desarrollo de la zona. Ahora, en el siglo XXI, el tema de desarrollo en Oceanía ha estado muy vinculado al tema del cambio climático. Según la página oficial de dicho organismo (2019).

SPC se compromete a reforzar la asistencia técnica y la coordinación estratégica para diseñar e implementar proyectos de adaptación y mitigación del cambio climático en nuestra región en asociación con nuestros miembros y donantes con su Nuestro Programa de Cambio Climático y Sostenibilidad Ambiental (CCES, por sus siglas en inglés).

Para ello, habrá que analizar el tipo de actividades y temas que aborda. El MFAT define doce prioridades de inversión, donde se muestra que “la agricultura y la energía renovable son las prioridades en los próximos años” (MFAT, 2019) así como la promoción de una mejor coordinación entre los donantes en el Pacífico para maximizar el impacto de la ayuda en los próximos años. Pero ¿Por qué esas áreas? Kelly (2011) menciona que:

Muchos años antes de que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se convirtiera en un importante motor para el desarrollo de energía renovable, Nueva Zelanda adoptó tempranamente varias tecnologías de energía alternativa, en particular la hidroelectricidad y la energía geotérmica. Ha alcanzado un nivel del 60% de la generación eléctrica total a partir de dichas fuentes, y ahora persigue un objetivo del 95% de la generación eléctrica a partir de energía renovable, que se alcanzará en quince años. En los últimos años, sin embargo, el desarrollo de las energías renovables se ha retrasado en comparación con otros países, particularmente en campos como la energía eólica. (P. 2501).

En este sentido, cuando se realizó la Cumbre del Pacífico sobre Energía en 2013, el país tomó un importante papel como líder, tanto en la materia, como en la región del Pacífico Sur.

 

Los efectos de la Cumbre del Pacífico sobre Energía

El propósito de dicha Cumbre, según la página oficial, es “forjar la cooperación transpacífica para una nueva era energética” (Pacific Energy Summit, 2019). En la página oficial, se describen los objetivos que surgieron a raíz del evento (2019):

  • Ayudar a los países insulares del Pacífico a avanzar hacia sus objetivos de energía renovable.Ayudar a los países insulares del Pacífico a avanzar hacia sus objetivos de energía renovable.
  • Proporcionar un foro para que los países insulares del Pacífico presenten sus planes y objetivos energéticos para atraer la inversión y la experiencia de los donantes y del sector privado para avanzar en esos planes.
  • Reunir a los donantes bilaterales y multilaterales y al sector privado en un evento que inspira y facilita la inversión en energía renovable en el Pacífico.
  • Mostrar proyectos, servicios y tecnologías de energía renovable del sector público y privado.
  • Generar resultados tangibles con nuevas relaciones establecidas, proyectos y tratos negociados.

No se menciona en ningún momento el concepto de cooperación internacional para el desarrollo (CID), por lo que se puede interpretar que como tal, era más un escenario para tratar temas de inversión, que de una Cooperación Norte – Sur. Tampoco se hace mención del concepto desarrollo sostenible, a pesar de que la temática gira en torno a energías renovables. Se usa la palabra donantes en varios puntos, pero también hablan sobre inversión y tratos.

En este sentido, hay mucho que se puede cuestionar a este foro. A pesar de ello, la idea de reunir a los sectores público y privado y a los países más vulnerables de la región para que busquen su crecimiento económico, no deja de ser un área de oportunidad. Según la página oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio de Nueva Zelandia (MFAT) (2019):

En la Cumbre, los países del Pacífico presentaron 79 proyectos de energía con los socios e inversores interesados en el desarrollo. Se llevaron a cabo alrededor de 850 reuniones de empresa a empresa que brindaron a los donantes y al sector privado oportunidades para identificar proyectos de asociación y colaboración. La Cumbre superó las expectativas: los socios y los donantes respondieron con un sobre de financiamiento de NZ $635 millones (USD500 millones). Esto incluye NZ  $255 millones en subvenciones y NZ  $380 millones en préstamos en condiciones favorables suficientes para respaldar más de 40 de los proyectos propuestos en los próximos tres años.

Tanto interés tuvo Nueva Zelandia en el avance de este programa, que Auckland se convirtió en la sede de la Segunda Conferencia de Energía del Pacífico, en 2016 y decantaría en la creación de su Iniciativa Regional sobre Energías Renovables. Según el MFAT (2019):

Los compromisos de financiamiento de más de $635 millones para una gama de proyectos innovadores de energía renovable mostraron que los donantes y el sector privado estaban preparados para respaldar la ambición y el liderazgo demostrado por los gobiernos del Pacífico. […] Tres años después, se ve un cambio marcado en la región. Los atolones completos ahora son 100% renovables, muchas más personas tienen acceso a energía limpia y confiable, la cantidad de diésel importado para la generación de electricidad ha disminuido drásticamente y los países del Pacífico ahora pueden gestionar mejor los impactos del cambio climático.

En este sentido, el MFAT realizó en 2016 un documento (Pacific Energy Country Profiles) describiendo la situación de los Estados que fueron beneficiados a partir de 2013, por el proyecto y cuáles son las metas a cumplir para 2019. Si se toman los documentos de ese archivo y se vacían en un mismo recuadro (Figura 1) se puede percibir la etapa inicial del programa para 2013, cuánto se logró cumplir para 2016 y cuál es la meta para 2020.

Se percibe que la mayoría de los países ni siquiera contaban con energía eléctrica propia. Sólo siete países se acercan o superan el 98%. Por lo tanto, el principal objetivo no es remplazar el uso de energía fósil, a diferencia de otros países del mundo, sino que el programa está encaminado a construir, desde cero, plantas que proporcionen energía a ciertos archipiélagos donde no existen las condiciones básicas para la vida de los habitantes. De aquí parte la inversión neozelandesa en la región.

Por otro lado, sólo tres países contaban mínimo con el 50% de energías renovables y para 2016 ningún otro país alcanzó, salvo Tuvalu que se acercó con un 43% y es el país con el territorio más pequeño de la región, con sólo “26 kilómetros cuadrados” (Almanaque Mundial, 2013). El resto de los países, si bien es cierto que algunos duplicaron su producción (como Tonga y Vanuatu) o hasta la quintuplicaron (en el caso de las Islas Cook, que es dependencia neozelandesa) están muy por debajo de las metas fijadas para 2020.

Hay casos, como el de Tokelau, un territorio perteneciente a Nueva Zelandia, que desde 2012 “se convirtió en el primer país en generar el 100% de su electricidad con energía renovable” (La Vanguardia, 8 de noviembre de 2012; Párr. 1). Es decir, antes de la Iniciativa Regional, ya existían estos proyectos de política interna neozelandesa, tal como se describe al inicio, pero que difícilmente se ha podido replicar un caso de tal éxito con los mismos resultados en el resto de los países.

 

Conclusiones

Originalmente, este tipo de proyectos energéticos que hacía Nueva Zelandia, eran bilaterales, sin embargo es novedoso el enfoque que le ha dado, destacando el multilateralismo como una herramienta vigente y como estrategia para alcanzar de manera transversal y generalizada el desarrollo sostenible.

Dicha Iniciativa Regional precede al establecimiento de la Agenda 2030 y se observa que ya contemplaba en ella varios de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) e incluso, ambiciosamente, buscaba alcanzar el 100\% de energía limpia y asequible en el continente para 2020, es decir, 10 años antes de lo propuesto por Naciones Unidas.

Sin embargo, no deja de ser un programa creado en un foro cuyos objetivos centrales están muy vinculados con la inversión y Nueva Zelanda ve en la energía renovable, además de la sostenibilidad, una buena oportunidad de negocio, especialmente en países donde ni siquiera contaban con energía eléctrica propia para todos sus territorios.

Si bien los resultados de 2016 se ven muy alejados de las metas para 2020, se debe esperar el informe correspondiente y analizar si es que se da una renovación del programa para 2023 o 2024 y si se incluye explícitamente las metas de los ODS, para combinar rentabilidad y sostenibilidad, especialmente por tratarse de una de las regiones del mundo más vulnerables a los efectos del cambio climático.

 

Referencias

Almanaque Mundial. (2013). Tuvalu. (79). Ciudad de México: Editorial Televisa.

Barnett, J. (2001). Adapting to climate change in Pacific Island countries: the problem of uncertainty. World Development29(6), 977-993.

New Zealand Aid Programme Stategic Plan (2015). MFAT. Recuperado de: https://www.mfat.govt.nz/assets/Aid-Prog-docs/ASEAN/New-Zealand-Aid-Programme-Strategic-Plan-2015-19.pdf

Kelly, G. (2011). History and potential of renewable energy development in New Zealand. Renewable and Sustainable Energy Reviews15(5), 2501-2509.

Las islas Tokelau, primer territorio sólo con energía solar. (8 de noviembre de 2012). La Vanguardia. Sección Medio Ambiente. Recuperado de: http://www.lavanguardia.com/medio-ambiente/20121108/54354959216/islas-tokelau-energia-solar.html

Mapp, W. (Mayo 2014). The New Zealand Paradox. Centre for Strategic & International Studies. Washington, D.C.: Estados Unidos. Recuperado de: https://csis-prod.s3.amazonaws.com/s3fs-public/legacy_files/files/publication/140425_Mapp_NewZealandParadox_Web.pdf

Pacific Community. (2019). Climate Change and Environmental Sustainability. Recuperado de: https://www.spc.int/cces

Pacific Energy Country Profiles. (2016). New Zealand Ministry of Foreign Affairs & Trade.  https://www.mfat.govt.nz/assets/Aid-Prog-docs/Renewable-Energy/Country-Energy-Profiles-FINAL-web-version.pdf

Power, M. (2002). The regional scale of ocean governance regional cooperation in the Pacific Islands. Ocean & coastal management45(11-12), 873-884.

 

*Licenciado en relaciones internacionales por la Universidad del Valle de Atemajac. Consultor del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Cooperación técnica y científica para El Salvador y Panamá, dentro de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) de 2016 a 2017. Miembro de New Zealand Studies Association (NZSA). Actualmente, estudiante de la Maestría en Relaciones Económicas Internacionales y Cooperación en la Universidad de Guadalajara.

Ação internacional dos governos subnacionais

Ação internacional dos governos subnacionais: o caso do “Congreso de Intendentes” do Uruguai no período 2016-2017*

 

Geovana Gabriela Bardesio**

 

Resumo

Este trabalho se desenvolveu com o objetivo de analisar as ações internacionais desenvolvidas pelo Congresso de Intendentes do Uruguai no período de gestão de 2016-2017. Para isso, desenvolveu-se uma pesquisa qualitativa-descritiva (Gil, 2008), que consistiu num estudo de caso que utilizou-se da técnica documental como fonte de coleta de dados (Yin, 2010). Os resultados da análise para o período proposto indicam que as ações internacionais desenvolvidas pelo Congresso de Intendentes envolveram estratégias que congregam diversos atores e a conformação de redes, tendo como consequência uma atuação internacional destacada que se reflete diretamente no esfera local promovendo o desenvolvimento e impactando diretamente na qualidade de vida da população.

Palavras-chave: cooperação internacional descentralizada; congresso de intendente; Uruguai.

 

  1. Introdução

O mundo pós guerra fria se caracteriza por uma série de amplas e profundas mudanças no cenário internacional. As mais evidentes são de caráter político e econômico, também as mais estudadas. Entretanto, este rearranjo não impactou somente a postura internacional dos Estados nacionais, conduziu os governos subnacionais a buscarem inserção internacional. Para isso, as ações voltadas a cooperação internacional têm sido uma ferramenta utilizada e aprimorada ao longo do tempo deixando de ser uma prática dos Estados nacionais e passando a fazer parte das ações dos governos subnacionais. Mancini e Giacobbi (2014) assinalam que conceitos como os de paradiplomacia, cooperação descentralizada, ação exterior de autoridades locais, internacionalização de territórios são conceitos que apontam para uma crise no paradigma das Relações Internacionais e da cooperação internacional.

Neste contexto é criado, no Uruguai, o Congresso de intendentes (CI), formalmente constituído em 1996 e que se torna objeto de estudo desta pesquisa. Assim, o que se busca compreender é: como se desenvolveram as ações internacionais do CI no período 2016-17? A hipótese de trabalho se volta para a tese de que a implementação de ações internacionais, principalmente cooperação descentralizada, contribuíram para o desenvolvimento local e para a inserção internacional dos governos subnacionais que compõem o CI. Nesse sentido, analisar às ações internacionais, conhecer as ferramentas utilizadas e os resultados alcançados pelo CI, neste período, contribuirão para o estudo das ações internacionais dos governos subnacionais e para a compreensão da internacionalização dos governos locais.

 

 

  1. Metodologia

Este trabalho se caracteriza como qualitativo – descritivo (Gil, 2008; Triviños,1987), pois, busca compreender a ação exterior dos governos subnacionais através das decisões, metodologias e resultados alcançados pelo CI, portanto, considerando fatores subjetivos que aportam a compreensão do fenômeno. Trata-se de um estudo de caso (Yin, 2010) uma vez que se busca compreender o fenómeno da ação exterior dentro de um objeto em específico, sendo ele o CI do Uruguai.  Para isso, a técnica utilizada para a coleta de dados é a documental (Gil, 2008) uma vez que prevalece a análise de materiais normativos e relatórios de atividades gerados pela instituição, especialmente, a análise do anuário de gestão 2016-2017.

2.1 Objeto de estudo: Congreso de Intendentes

O CI é um organismo público que visa coordenar as políticas dos governos departamentais (subnacionais), que tem a autonomia de celebrar convênios com o poder executivo e demais poderes do Estado, e entes autônomos nacionais e internacionais. Além disso a instituição também visa a coordenação da prestação de serviços e atividades próprias ou comuns do seu funcionamento nos respectivos territórios de forma regional ou interdepartamental. Este foi criado pelo artigo 272 da Constituição uruguaia de 1996 e conta com uma institucionalidade definida, conforme apresentado na Figura 1.

Figura 1: organograma do CI

Fonte: Congreso de Intendentes

 

Para fins deste trabalho, a URRICI – Unidade de Relações Internacionais e Cooperação Internacional, recebe especial atenção. Esta tem sua função voltada a internacionalização da instituição é as suas ações serão analisadas no presente trabalho.

  1. Discussão teórica

A cooperação descentralizada, de acordo com Faruya e Oddone (2014) nasce de forma espontânea com intercâmbios educacionais, culturais e esportivos após a II Guerra Mundial com a intenção de fomentar a paz e a reconciliação na Europa. Surgem assim, os primeiros acordos de hermanamentos  entre municípios franceses e alemães. Ainda conforme estes autores, a prática se institucionaliza paralelamente a reconstrução europeia e se estende até 1970 com projetos de solidariedade e cooperação técnica entre coletividades da Europa e África, Ásia e América Latina (Faruya e Oddone, 2014).

Para autores como de la Varga (2014) o conceito de cooperação descentralizada sofreu modificações ao longo do tempo sofrendo um processo pendular de compreensão ao longo dos últimos 20 anos. Conforme o autor, inicialmente o conceito pautava-se de forma ampla em contemplar todo tipo de cooperação que não se caracterizasse como cooperação estatal nem de grandes agencias. Após, ocorreu uma tendência a retrair o conceito restringindo-o ao entendimento da cooperação impulsada ou gerida exclusivamente por governos locais ou em concertação com outros atores subestatais. Na atualidade, o conceito se centra no papel que os governos locais desempenham tanto como lideranças ativas no processo como sua participação no que tange própria articulação da estratégia de desenvolvimento nas diferentes esferas, como explica de la Varga:

 

actualmente un concepto en constante evolución que se define no tanto por sus actores como por el ámbito en el que se incide y se impulsa el desarrollo del territorio; y en el que los gobiernos locales participantes asumen un liderazgo y un rol articulador de la estrategia de desarrollo y de los demás actores participantes de rango local, estatal o internacional (de la VARGA, 2014, p.11).

Para autores como Dubois (2005) a cooperação descentralizada tem dois sentidos, um mais amplo e outro mais restrito, sendo o mais amplo considerado um novo enfoque da cooperação, o qual se caracteriza pela descentralização das iniciativas e pela relação com o sul, assim como pela incorporação de uma ampla gama de novos atores ao processo. Enquanto que a mais restrita está centrada no papel que desempenham as instituições locais, autônomas ou regionais na cooperação (DUBOIS, 2005).

A cooperação descentralizada é definida por Faruya e Oddone (2014, p.3) como “el conjunto de acciones protagonizadas por los gobiernos no centrales cuya finalidad principal es la promoción del desarrollo local en un sentido amplio”. Este tipo de cooperação pretende estabelecer novas formas de inter-relações, por meio das quais os setores público e privado, assim como os agentes políticos, econômicos e sociais possam estabelecer sinergias e coordenar esforços em prol de um desenvolvimento mais equitativo (Dubois, 2005).

  1. Resultados finais ou parciais

O anuário analisado corresponde ao período de gestão – julho de 2016 a julho, no qual, Daniel Martinez (Intendente de Montevidéu) assume como presidente e Carlos Enciso (Intendente de Florida) e Marne Osorio (Intendente de Rivera) como vicepresidentes. Pode-se constatar uma ação exterior ativa, com o estabelecimento de relações políticas e econômicas com variados atores de diversas origens geográficas.

Neste período o C.I além buscar estreitas laços com os países vizinhos, Argentina, principalmente através da atuação no Comité de Hidrovía do Rio Uruguai, e com Brasil, ratificando as políticas de integração fronteiriça, especialmente em matéria de turismo, participou de atividades em redes. No período, participou do Encontro de Associação de Governos Intermediários dos Países Sul-americanos, e da Assembleia Mundial de Governos Locais e Regionais (Congreso, 2017, p.12; p.18). Organizou o Seminário de Gestão Pública e Participação Cidadã em conjunto com a Federação de Municípios da Argentina (Congreso, 2017, p.27) e a Jornada de Intercambio da Cooperação Internacional (Congreso, 2017, p.48). É interessante notar que, neste último evento, o CI reuniu representantes de instituições internacionais com sede no país, tais como AECID, BID, CAF, JICA, SEGIB, UE, SNU, juntamente com a presença de representações nacionais do âmbito da cooperação internacional como AUCI e MRREE.

Foram assinados convênios com representações institucionais de diversos países, tal como assinala o Presidente do CI, Daniel Martinez:

 

   En el contexto de las Relaciones Internacionales firmamos acuerdos con Asociaciones hermanas de Ecuador, México, Brasil, con la Gobernación de Entre Ríos y la Provincia de Extremadura (España) estando previstos acuerdos con Provincias del R:D: del Congo, Provincia de Anhui (China) FAM Bolivia, Federación Argentina de Municipios y nuestros Cros Vicepresidentes participaron de reuniones de la Unasur y del FCCR Mercosur (CONGRESO, 2017, p.3).

 

Especialmente nas participações que o CI realizou nas reuniões da Unasur e do FCCR do Mercosul apresentou protagonismo na reivindicação de maior espaço nesses foros para os governos subnacionais.  Já no que se refere aos acordos assinados, estes se pautam na cooperação técnica, troca de experiências e orientação a capacitação com orientação ao desenvolvimento econômico e social local.

O CI garantiu através de uma convocatória de subvenção de projetos da União Europeia, um financiamento de 1.650.000 euros para desenvolver projeto voltado ao fortalecimento da descentralização e da capacidade institucional dos governos locais na promoção do desenvolvimento sustentável e inclusivo com equidade territorial (Congreso, 2017, p.19). O financiamento internacional foi utilizado em 23 projetos que envolveram 59 municípios em todo o país (Congreso, 2017, p.45). Além disso, o CI recebeu 75 milhões de dólares do BID, que firmou contrato de empréstimo com o governo central do Uruguai. Este crédito foi repassado ao CI para a execução de obras de melhoria logística para a zona rural e incentivo ao aumento da produtividade (Congreso, 2017, p.46-47).

 

  1. Considerações finais

 

Foi possível perceber que no período de apenas 1 ano, o CI desenvolveu uma atuação internacional bastante significativa, pautando-se no conceito de cooperação descentralizada estabeleceu relações e convênios com diferentes atores, desde associações municipais até organismos internacionais. A inserção internacional proporciona aumento da visibilidade da instituição e dos seus integrantes, auxilia no estabelecimento de redes políticas e econômicas. A utilização de diferentes estratégias de atuação, consolidam a atuação internacional dos governos subnacionais que fazem parte do CI e como resultado do trabalho institucional no plano internacional se observam resultados importantes que impactam diretamente nos municípios e seus habitantes.

 

  1. Referências

 

CONGRESO de Intendentes. (2017). Gestión Julio 2016 – Julio 2017. Anuario, p.52.

De la VARGA, M.O.  (2014). ¿Definición de la cooperación descentralizada?: orígenes, aproximaciones y rectos para el futuro. Trabajos de Investigación en Paradiplomacia, Año 3, Número especial: “Savoir-Faire. La cooperación descentralizada entre Francia y América Latina”. Santiago, Chile y Buenos Aires, Argentina., Diciembre. ISSN: 1853-9939

 

DUBOIS, A.(2005) Cooperación descentralizada. Diccionario de acción humanitaria y cooperación al desarrollo. Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional. Universidad del País Vasco/ /Euskal Herriko Unibertsitatea. Disponible en: http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/42 . Consultado en 08/09/2018.

 

FARUYA, E; ODDONE, N. (2014). Cooperación descentralizada: ¿importan más las definiciones o las acciones?  Trabajos de Investigación en Paradiplomacia, Año 3, Número especial: “Savoir-Faire. La cooperación descentralizada entre Francia y América Latina”. Santiago, Chile y Buenos Aires, Argentina. 2014, Diciembre. ISSN: 1853-9939

 

GIL, A.C.. Métodos e técnicas de pesquisa social. (2008).  6 ed, São Paulo: Editora Atlas.

 

MANCINI, N; GIACOBBI, M.  (2014).Número especial cooperación descentralizada Francia América Latina. Trabajos de Investigación en Paradiplomacia, Año 3, Número especial: “Savoir-Faire. La cooperación descentralizada entre Francia y América Latina”. Santiago, Chile y Buenos Aires, Argentina., Diciembre. ISSN: 1853-9939

 

TRIVIÑOS, A. (1987). Introdução à pesquisa em ciências sociais: A pesquisa qualitativa em Educação. São Paulo, Editora Atlas.

YIN, R. K.  (2010). Estudo de caso: planejamento e métodos. 4. ed. Porto Alegre: Bookman.

*Este trabalho representa os primeiros resultados da pesquisa, pois objetiva-se aprofundar a análise da atuação do CI a partir da sua constituição até o momento.

** Bacharela em Administração (UNIPAMPA); Diplomada em Governança da cooperação internacional e transfronteiriça para o desenvolvimento local (EL COLEF e CGCID); Graduanda em Relações Internacionais (UNIPAMPA), e, Pós-graduanda no curso de Especialização em Relações Internacionais Contemporâneas (UNIPAMPA). Contato: bardesio.g@outlook.com Twitter: @gbardesio

Diplomado en Cooperación Internacional

El Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora convoca al VII Diplomado en Cooperación Internacional para el Desarrollo y sus instrumentos de Gestión.

El diplomado se llevará a cabo del 2 de agosto al 6 de diciembre, los días viernes de 16:00 a 20:00 horas y sábados de 10:00 a 14:00 horas.

Módulos:
Módulo I: Política y ejecución de la Cooperación Internacional para el Desarrollo en México.
Módulo II: Gobiernos locales, sociedad civil y otros actores.
Módulo III: La agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Cooperación.
Módulo IV: Gestión de la Cooperación para el Desarrollo.
Módulo V: Gestión de proyectos sociales.
Módulo VI: Evaluación de programas y proyectos.
Módulo VII: Evaluación y monitoreo de la Cooperación Internacional para el Desarrollo.

Cierre de la convocatoria: 20 de junio.
Más información: https://bit.ly/2W107fJ

Conversatorio “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030: Los retos de la evaluación”.

El Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, a través del Observatorio de Cooperación Internacional, y la Academia Nacional de Evaluadores de México (ACEVAL), en el marco de la Semana de la Evaluación invitan al Conversatorio “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030: Los retos de la evaluación”.

Miércoles 5 de junio,16:30 hrs, Aula 5PB sede Poussin.

Participantes:

Cynthia Valdés (PNUD), José Urquieta (INEGI), Gabriela Sánchez (Instituto Mora), Oscar Rey (Altepetl, A. C.), Oscar Melgar (Instituto Mora) y Miriam Ordoñez (Iniciativa EvalSDGs).

 

Documento de trabajo “RESULTADOS DEL BAPA + 40”

RESULTADOS DEL BAPA + 40: Segunda conferencia de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur Sur y Triangular y desafíos desde México

Ciudad de México, 9 de Mayo 2019

Laura Becerra Pozos

DECA, Equipo Pueblo, AC

Alianza de OSC para la Efectividad del Desarrollo (AOED)[1]

 

PRESENTACIÓN

La intervención en esta Mesa de Diálogo parte en buena medida de nuestra participación en el Observatorio Regional de la Alianza de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Efectividad del Desarrollo (AOED), de la que Equipo Pueblo es Punto Focal y parte de la coordinación regional de ALyC (Subregión Centroamérica y México). Desde el Observatorio se han sistematizado las experiencias de la OSC de la región en torno a la Cooperación Sur Sur (CSS) y la implementación de los ODS de la Agenda 2030. En particular se reflexionó sobre las tendencias de la CSS en los últimos cinco años, con base en documentos oficiales y consultas a OSC dedicadas al tema, en seis países, entre ellos México. (Los otros cinco países participantes en este ejercicio del Observatorio Regional fueron: Argentina, Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela)

El Observatorio Regional de la AOED pretende funcionar como un mecanismo de integración y construcción de alianzas entre organizaciones para fortalecer su rol, acción e incidencia, como al desarrollo y la democracia.[2]

PREGUNTAS GUÍA DE LA MESA DE DIÁLOGO

  1. Realizada la Segunda Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur ¿Cuáles fueron los principales resultados- hallazgos encontrados dentro de dicha conferencia, (positivos y negativos)?

No hay suficientes elementos-hechos aun para explicitar y valorar los resultados y/o hallazgos de la Segunda Conferencia, pero considerando el Declaración Final signada por los países participantes, vemos notables avances particularmente por enmarcarla en la Agenda 2030 y otros instrumentos o procesos internacionales a los que se han comprometido los gobiernos en este mundo globalizado, como el Acuerdo de París, Addis Abeba, Sendai, entre otros. Destaca por reiterar el carácter complementario de la CSS y reconocer las otras modalidades de cooperación para alcanzar la eficacia del desarrollo.

Por ello, se recupera aquí lo que las OSC –de la AOED- declaramos ante BAPA+ 40 como actoras del desarrollo por derecho propio, reconocido desde Busan (2011).

MANIFIESTO DE LA SOCIEDAD CIVIL PARA UNA COOPERACIÓN EFICAZ PARA EL DESARROLLO[3] Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo (12, Febrero, 2019)

Sobre la cooperación Sur-Sur

Petición clave

 

Defender los principios de la cooperación para el desarrollo horizontal, incluidos la solidaridad, la reciprocidad, los derechos humanos, el respeto a la soberanía y la no condicionalidad, particularmente con respecto a las condiciones desiguales de asociación que a menudo prevalecen incluso entre los países cooperantes de las regiones Sur-Sur.
Sub 1 Defender los principios de la CED para reforzar la rendición de cuentas y evaluar los impactos en el desarrollo de la cooperación Sur-Sur (CSS).
Sub 2 Promover la adherencia a las leyes y estándares internacionales sobre el medio ambiente y los DH según se apliquen a los programas y proyectos en los países socios de acuerdo con Bandung,[4] donde se afirma que los principios fundamentales de los derechos humanos son un logro común para todos los pueblos.
Sub 3 Fortalecer la apropiación democrática nacional de la CSS e institucionalizar el apoyo a la cooperación entre personas para que las propias necesidades y prioridades de los países receptores impulsen la alianza para el desarrollo y que dichas prioridades y políticas estén arraigadas en la participación y la rendición de cuentas de las partes interesadas.
Sub 4 Establecer mecanismos formales y permanentes de apoyo —en particular de apoyo financiero y acceso a la información— para la participación de las OSC del Sur en la CSS; una participación en la que los diálogos entre OSC y los garantes de derechos sean posibles; en la que se traten las preocupaciones de la sociedad y las comunidades afectadas relativas a la cooperación Sur-Sur para el desarrollo (CSSD).

 

  1. A partir de la segunda mitad del siglo XX existen diversos progresos logrados por la comunidad internacional, en la promoción de nuevas modalidades de cooperación, entre ellas la CCS y triangular, en ese sentido ¿cuáles se presentan como las oportunidades, desafíos, en el impulso de la cooperación sur- sur, en especial dentro de la región de América Latina luego de realizado el PABA +40?

En primer lugar reiteramos que el estatus que se fue generalizando para la mayor parte de los países de América Latina de renta media o media alta es un inconveniente para el flujo de la CED, por ser un indicador inoperante que no considera las brechas de desigualdad que prevalecen en la región y suelen soslayar que países tan ricos en territorio y recursos naturales como Brasil y México son los más desiguales. Detrás de este “criterio” (PIB) está una equivocada conceptualización del desarrollo que se equipara con el crecimiento económico, pero no implica la distribución de la riqueza, ni una ruta viable hacia la equidad. Si bien la CSS se ha ido extendiendo por toda la región, aun no es considerada la fundamental para el desarrollo sostenible que se prevé en la Agenda 2030.

Aun con el notable aumento de las actividades de la CSS, además de los llamados a la adopción de medidas y las reivindicaciones para contribuir al Programa 2030, hace falta una definición consensuada que aclare si estamos hablando de cooperación económica o de cooperación para el desarrollo.

Por ello pedimos que se ratifique que la cooperación Sur-Sur y sus diversas formas y modalidades, incluida la cooperación triangular, tienen por objeto contribuir a la realización de los ODS y a un verdadero desarrollo humano y a la reducción de las desigualdades entre los países y dentro de ellos, y no al mero crecimiento económico.[5]

En el Tercer Foro de los países de ALyC sobre el Desarrollo Sostenible 2019 (23-26 de Abril, Santiago, Chile) Alicia Bárcena destacó que nos encontramos en medio de un creciente debilitamiento de la cooperación internacional; provocado por políticas defensivas en respuesta a los impactos negativos de la hiperglobalización. Por tanto se hizo un llamado –al que nos sumamos- para fortalecer el multilateralismo, la democracia y la cooperación regional.

  1. A pocos meses de haberse iniciado un nuevo periodo político en México ¿Cuál es, desde su punto de vista, el papel de México en materia de cooperación, en especial, dentro de la cooperación sur-sur y triangular?

Sobre la Cooperación Internacional al Desarrollo, en el caso de México, aun siendo un país con estatus de renta media-alta e integrante de la OCDE (desde 1994), no debería solo  privilegiar la cooperación sur –sur y triangular, ofreciendo apoyo técnico-científico a un conjunto de países de ALyC, lo que sin duda es muy valioso y ha sido reconocida como una buena práctica, pero hemos insistido en que México requiere de seguir recibiendo apoyo de los países más ricos-desarrollados, de la cooperación al desarrollo para acelerar el  cumplimiento de la Agenda 2030. En el mencionado Foro de CEPAL se colocaron escenarios no deseados de  no cumplimento del conjunto de los 17 ODS para el 2030 en nuestros países, por el reducido crecimiento económico que se prevé para los siguientes años, en el marco de la economía global.

En un estudio integrado y compartido por la AGCED (Alianza Global de la Cooperación Eficaz para el Desarrollo) a finales del 2018, se destaca que: “México es un país de renta media-alta que desempeña un doble papel en la cooperación al desarrollo, como receptor y como proveedor. Si bien en México se ha avanzado en el establecimiento de una sólida arquitectura institucional para gestionar la cooperación para el desarrollo tanto entrante como saliente, hay margen para seguir mejorando los sistemas de gestión de la información del país y crear capacidad para utilizar los datos de la cooperación para el desarrollo a fin de orientar el diálogo y la toma de decisiones.”

Por lo tanto, nuestro punto de vista como OSC de la AOED es que hoy la Agencia Mexicana de la Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXICD), sin soslayar sus aportes y prácticas ejemplares, tiene el reto de elevar sus atribuciones, de mejorar su transparencia y rendición de cuentas, de ser más activa en la búsqueda de financiamiento para el desarrollo y en particular para adelantar el cumplimiento de la Agenda 2030 en nuestro país, así como de mejorar la calidad y resultados de los espacios de consulta que se ha dado (Consejos Técnicos). Debería estar más activa y propositiva en el debate internacional de la Financiación al Desarrollo.[6]

 

  1. La Segunda Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur tuvo como nombre: El rol de la Cooperación Sur-Sur y la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: desafíos y oportunidades”. En ese sentido, ¿de qué forma contribuye la cooperación sur-sur al cumplimiento de la Agenda 2030?

Desde la aprobación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (2015) se reconoció como factor central los denominados “medios de implementación” y se hacia la distinción entre los financieros y los no financieros. Los financieros implican los recursos públicos nacionales, los provenientes del sector o empresas privadas, de las alianzas o pactos público-privados, de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) –en creciente detrimento-; particularmente de la Cooperación Eficaz para el Desarrollo (CED), así como de la CSS, pero igual de otras modalidades que han surgido o sugerido, que merecen un análisis de sus impactos.

 

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la Agenda de Acción de Addis Abeba de la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 y el Acuerdo de París, entre otros, constituyen compromisos cuyo objetivo es la transformación profunda de las economías y son referente obligado en el cumplimiento de los ODS y sus Metas.

 

El progreso de la Agenda 2030 –afirma la CEPAL- requiere una gran movilización de recursos internos y externos y el trabajo coordinado de los gobiernos, el sector privado, y la sociedad civil en general. Cuantificar los recursos financieros necesarios para implementar estas agendas no es tarea fácil, y las estimaciones globales varían ampliamente.[7]

 

Las estimaciones del citado Informe de Avance Cuatrienal sobre el progreso y los desafíos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, apuntan a la necesidad de aumentar significativamente la movilización de recursos externos y nacionales para cumplir los objetivos de la nueva agenda para el desarrollo. Los valores necesarios son muy superiores a los de los flujos de Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) (142.000 millones de dólares en 2016) y a los recursos que movilizan las Naciones Unidas, que equivalen solo al 1% de los recursos que hacen falta para financiar esta agenda (PNUD, 2018).[8]

  1. Por último, la Agenda 2030 confiere la integración de todos los sectores para el cumplimiento de los 17 ODS, por ello ¿de qué forma actores como Sociedad Civil y Empresa Privada pueden integrarse en acciones de cooperación sur-sur, en función del cumplimiento de los ODS?

Busan-2011 significó un gran avance en el reconocimiento de la relación entre normas establecidas en los acuerdos internacionales de DH y las condiciones que permiten a las OSC maximizar su contribución al desarrollo. Además del reconocimiento del Marco internacional para la Eficacia del Desarrollo de las OSC, reafirmándolas como actoras independientes del desarrollo por derecho propio y en consecuencia en el proceso de implementación de la Agenda 2030.

 

En el ámbito del financiamiento externo, es necesario tener en cuenta los cambios relacionados con la importancia -cada vez mayor- de los nuevos actores y fuentes de financiamiento para el desarrollo, entre los que figuran: Donantes que no son países miembros del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD); organizaciones no gubernamentales (ONG); fondos para el clima; mecanismos de financiamiento innovadores e iniciativas de cooperación Sur-Sur.

 

Asimismo, el capital privado se ha erigido en una importante fuente de financiamiento, con un conjunto diversificado de instrumentos, entre los que se incluyen acciones, bonos, títulos de deuda, préstamos concesionarios e instrumentos de mitigación del riesgo (incluidas las garantías), junto con remesas de trabajadores y contribuciones voluntarias privadas (CEPAL, 2015a).

 

La contrapartida de la caída relativa de la AOD es la creciente importancia del financiamiento privado (cerca de 263.400 millones de dólares en términos netos, el 95% de los flujos financieros totales). El principal componente es la inversión extranjera directa (IED), que representó en 2015 un 2.1% del PIB regional y está directamente relacionada con los patrones de especialización comercial y las ventajas comparativas de la región. [9]

Un segundo componente de los flujos privados son las remesas de los migrantes, que representan cerca del 25% de los flujos financieros netos. Por su parte, los flujos de cartera constituyen el tercer componente de los flujos financieros, aunque, por su finalidad y volatilidad, no se consideran una fuente de financiamiento para el desarrollo (CEPAL, 2018e).

 

El propio Informe de CEPAL citado, señala que la importancia cada vez mayor de los flujos privados plantea un nuevo reto en el marco de la Agenda 2030 ya que están motivados principalmente por el beneficio económico, por lo que la inversión puede ser insuficiente en aéreas cruciales para el desarrollo sostenible, si el rendimiento esperado es insatisfactorio en comparación con oportunidades alternativas de inversión.

 

Compartimos las consideraciones de JENS MARTENS Y KAROLIN SEITZ: La transformación de nuestro mundo, tal como lo indica el título de la Agenda 2030, requiere cambios fundamentales en la manera en que nuestras sociedades producen y consumen bienes y servicios. El sector privado tiene un rol particular en este contexto. Sin embargo, con mucha frecuencia existe una brecha considerable entre los compromisos sociales y ambientales que las empresas asumen y los efectos reales de sus actividades en las personas y el ambiente.

En el ámbito internacional, los instrumentos para responsabilizar a las empresas por abusos de los derechos humanos y la violación de normas sociales y ambientales son débiles. Incluso en la Agenda 2030, los gobiernos no solo deben “alentar a las empresas, en especial las grandes empresas y las empresas transnacionales, a que adopten prácticas sostenibles e incorporen información sobre la sustentabilidad en su ciclo de presentación de informes” (meta 12.6 de los ODS). Frente a la deficiencia de los instrumentos actuales, son cada vez más los gobiernos, las ONG, los académicos e, incluso, los representantes de empresas que solicitan normas jurídicamente vinculantes sobre las empresas y los derechos humanos.

Las OSC, reconocidas como actoras corresponsables del desarrollo,  enfrentan el desafío de contar con recursos para un  seguimiento de la Agenda 2030, sistemático y con mecanismos formalizados. Considerando que tienen sus propios proyectos o procesos, se recomienda que no caigan en la tentación o riesgo de suponer que su trabajo territorial, temático, etc., por sí mismo contribuye o está contribuyendo a alguno(s) de los ODS, sin haber hecho una revisión de sus modelos o formas de atención y enfoques. Las OSC deben actuar en consecuencia y diseñar sus planes, proyectos y acciones, en el marco o con el horizonte de la Agenda, tomando las Metas de cada Objetivo como el estándar mínimo y no suponer que cualquier actividad es un aporte. La Agenda también es hoy o debe ser para las OSC el paradigma para contribuir al desarrollo sostenible.

Sin duda, las OSC requieren de un ambiente habilitante o entorno propicio para poder desarrollar sus actividades, tanto internas como de cooperación internacional, especialmente para las de la modalidad de la CSS. En la dimensión de acceso a los recursos, se percibe una mayor limitación porque podrían jugar un rol en la cooperación triangular, pero hay trabas jurídicas para la contratación.

ANEXOS

  1. PERSPECTIVA DE LAS OSC RESPECTO DE LA COOPERACIÓN SUR – SUR[10]

La CSS se ha incrementado y tiene mayor y mejor registro, pero sigue teniendo un rol secundario en los países de la región. Representa una excelente oportunidad para las OSC si se logra transformarla en un ejercicio de aprendizaje Sur-Sur y en una herramienta para generar un cambio en las políticas e instituciones.

Ante las nuevas orientaciones y situación de la Cooperación Internacional y el riesgo de sustentabilidad de las OSC, las organizaciones están buscando permanentemente nuevas alternativas para mantener su rol en la sociedad, la CSS se visualiza en ese sentido.

La cooperación sur-sur es una forma de aumentar la propia eficacia y de transferir conocimiento de forma democrática. Los donantes tendrían que aprovechar las capacidades instaladas de las organizaciones y utilizarlas en un modelo justo y equitativo. Lograr que las acciones, proyectos y programas tengan un componente de fortalecimiento institucional y de capacitación.

A la luz de las fallas reportadas en algunos de los proyectos ejecutados con cooperación financiera reembolsable, se recomienda que los estándares normativos nacionales y aquellos exigidos por las propias agencias cooperantes sean aplicados a cabalidad. Los principales problemas que involucran a esos proyectos se relacionan con la vulneración de los derechos colectivos de los pueblos indígenas, a la inobservancia sobre la normativa ambiental y el incumplimiento de los derechos laborales. Tanto el Estado como los cooperantes, deben garantizar el cumplimiento de estas normas, imponiendo mayores controles y sanciones, además de exigir transparencia a las empresas ejecutoras, sean públicas o privadas.

Las asociaciones nacionales de ONG en la región trabajan articuladamente para los procesos de rendición de cuentas y ello es fundamental para lograr mayor aceptación y para promover su propia oferta de valor.

Para una CSS más efectiva en cuanto a su impacto positivo en las problemáticas sociales de la región, se requiere un mayor enfoque de DDHH con el que se equilibre la balanza de los enfoques de poder que hasta ahora han prelado en este tipo de cooperación.

Existen en la región sistematizaciones de las prácticas exitosas en los distintos países que puedan significar “capacidades instaladas” para su transferencia en modelos de comunicación sur-sur. El conocimiento producido con estos procesos de reflexión, son importantes para la acción. Las OSC debemos socializar dicho conocimiento y avanzar en prácticas de transferencia y de rendición de cuentas, y en estudios de cómo incorporamos al mercado sin perder la misión ni la visión de las organizaciones y valores mecanismos alternativos de financiamiento.

B. PARTICIPACIÓN Y VISIÓN DE LAS OSC EN LA COOPERACIÓN SUR – SUR[11]

Desde la perspectiva de la sociedad civil de los países que participaron en este estudio, la cooperación sur-sur no es un tema nuevo, ha estado presente en forma de integración económica, intercambios culturales y cooperación técnica. Se caracteriza por el intercambio equitativo entre pares provenientes de países en desarrollo con similitudes políticas y económicas, se rige por principios de equidad, solidaridad y horizontalidad, respeto por la diversidad e independencia, transparencia y rendición de cuentas; y se aboca, fundamentalmente, a cooperación técnica y de carácter intergubernamental.

En este –como en otros temas– se adolece de información detallada o datos precisos de la participación de las OSC en los programas de CSS que posibiliten una evaluación más profunda de sus impactos en los países. Si se encuentra información de los programas implementados, algunas cifras invertidas de la experiencia de la CSS entre países latinoamericanos, lo que permite a la OSC perfilar una noción sobre sus alcances. Se trata de cooperación para el desarrollo consistente en el traspaso de conocimientos respecto a experiencias propias (programas o proyectos) en ámbitos de mutuo interés; el fortalecimiento de las capacidades institucionales (organización y financiamiento de talleres, seminarios, etc.); la capacitación a través de programas de intercambio, como ser becas universitarias o de recepción de expertos, pasantías o asistencia técnica; traspaso e intercambio de tecnología, entre las más saltantes y recurrentes.

 

[1] La Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo –AOED (CPDE por sus siglas en inglés) es una plataforma abierta que reúne a OSC de todo el mundo en torno al tema de la Eficacia del Desarrollo y la Cooperación internacional en particular en el contexto de la Alianza de Busan para el Desarrollo y de la AGCED.

[2] Cooperación Sur – Sur; Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo, Observatorio Regional, Marzo de 2019

[3]El Manifiesto de la Sociedad Civil para una cooperación eficaz para el desarrollo, también denominado Manifiesto de la Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo (AOED), es un documento general que abarca las peticiones y exigencias clave de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) en materia de cooperación eficaz para el desarrollo (CED). Asimismo, este documento orienta el trabajo político y de incidencia de la plataforma y sus estrategias de participación en distintas esferas, tales como la Alianza Global para la Cooperación Eficaz para el Desarrollo (AGCED), el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y los procesos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

[4] Los Principios de Bandung, fueron aprobados en la reunión en Indonesia, en 1955; en la que participaron naciones asiáticas y africanas; es  el antecedente del Movimiento de los Países No Alineados. Supuso un momento clave en el proceso de descolonización y en el intento de emancipación del Tercer Mundo.

[5] Manifiesto de la Alianza de las OSC, op cit

[6] Observatorio Regional… AOED; p 15 aportes de Laura Becerra como Punto Focal de la AOED

[7] Informe Cuatrienal sobre el progreso y los desafíos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible; Foro de Países  de América Latina y el Caribe sobre el desarrollo Sostenible; CEPAL, 2019 p 212

[8] Idem p 212

[9] Idem

[10] Tomado textualmente de: Cooperación Sur – Sur; Observatorio Regional de la Alianza de OSC para la Efectividad del Desarrollo, Marzo, 2019. Los seis países participantes en este ejercicio del Observatorio Regional fueron: Argentina, Colombia México, Perú, Uruguay y Venezuela, p 23 y 24

[11] Idem p 18

Coloquio Cooperación en acción climática

El Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, a través de su Seminario institucional “La Agenda 2030: desafíos y perspectivas para México y el mundo”, la Universidad Autónoma de Baja California Sur, y la Red Mexicana en Cooperación Internacional y Desarrollo invitan al Coloquio Cooperación en acción climática.

Viernes 24 de mayo, 10:00 a 14:00, Auditorio del Instituto Mora.

Participan:

Dr. Carlos Gay García (PINCC, UNAM), Dra. Úrsula Oswald Spring (CRIM, UNAM), Dr. Andrés Ávila Akerberg (POLEA y FCPyS, UNAM), Dra. Antonina Ivanova Boncheva (UABCS), Dr. Simone Lucatello (Instituto Mora), Dra. Edit Antal (CISAN, UNAM), Dr. Gian Carlo Delgado Ramos (CEIICH, UNAM), Dr. José Clemente Rueda Abad (PINCC, UNAM), Dr. Alfredo Bermúdez Contreras (UABCS y CERCA), Dra. Elizabeth Vargas García (UdG y REMECID) y Dr. Gustavo Sosa Núñez (Instituto Mora).

¡Entrada libre!

Paper: Una etnografía de la diplomacia indígena en conflicto

Para una etnografía de la diplomacia indígena en conflicto. Mi experiencia como observador participante en la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)

Por: Roque Urbieta Hernández *

Resumen

Este artículo reflexiona la experiencia antropológica y etnográfica desde una perspectiva globalizada sobre la organización y la participación de las mujeres indígenas y las mujeres no indígenas en la formación de autonomías indígenas en Oaxaca. Contextualizo los problemas que enfrentó como politólogo, antropólogo y feminista en el momento histórico de recopilar información en contextos de violencia política en tanto que becario de la AECID.  Finalmente, sitúa su voz subalterna en conflicto cuando toma una posición política en tanto que diplomático indígena durante el proceso de tejer diálogos interculturales entre el discurso internacional de los pueblos indígenas y derechos de las mujeres indígenas como derechos humanos. (more…)

Mesa de diálogo

“Resultados del PABA +40: Segunda conferencia de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur y Triangular y desafíos desde México”

El Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora a través del Observatorio de Cooperación Internacional para el Desarrollo invitan a la mesa de diálogo “Resultados del PABA +40: Segunda conferencia de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur y Triangular y desafíos desde México”.

Participantes:

Citlali Ayala Martínez (Instituto Mora)

Jorge Pérez Pineda (Universidad Anáhuac)

María Rodríguez Domínguez (AMEXCID)

Laura Becerra (Equipo Pueblo)

Oscar Melgar (Instituto Mora)

Jueves 9 de mayo, 16:00 hrs., Aula 6 P1 sede Poussin-Instituto Mora.

¡Entrada libre!

Consulta la nota conceptual del evento da clic.

Diplomado de Protección Civil

El Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (Gobierno de la CDMX) convocan al I Diplomado Integración de Programas de Protección Civil.

Temario:

Módulo I. Marco teórico y gestión de riesgo de desastres.

Módulo II. Marco jurídico y normatividad.

Módulo III. Metodologías para el análisis y gestión de riesgos de desastres.

Módulo IV. Estudio de las dinámicas y mecánicas de riesgos.

Módulo V. Marco general de la prospectiva y políticas públicas.

Módulo VI. Vulnerabilidad espacial: urbana y regional.

 

Inicio de curso: 4 de mayo.

Más info. :  https://bit.ly/2Unqqjl

https://www.ceibal.edu.uy/es/articulo/el-aporte-de-plan-ceibal-los-objetivos-de-desarrollo-sostenible