Por: Observatorio de Cooperación Internacional
El Foro Económico Mundial se llevó a cabo del 21 al 24 de enero, esta fue su 50ª edición y bajo el lema Grupos de interés por un mundo unido y sostenible, el encuentro congregó a los principales líderes empresariales, gubernamentales y de la sociedad civil para abordar los retos y oportunidades de la llamada Cuarta Revolución Industrial en la agenda global del 2020 y hacia el 2030.
¿Qué es el Foro?
El Foro Económico Mundial es una Organización Internacional cuyo principal objetivo es la Cooperación Público-Privada e involucra a los principales líderes políticos, empresariales, culturales y otros participantes de la sociedad para discutir y dar forma a las agendas globales, regionales e industriales.
Fue establecido en 1971 como una fundación sin fines de lucro y tiene su sede en Ginebra, Suiza, por lo que la institución combina y equilibra cuidadosamente lo mejor de muchos tipos de organizaciones, tanto del sector público como del privado, organizaciones internacionales e instituciones académicas que enriquecen los diversos debates y dan aportaciones valiosas desde diferentes puntos de vista pero enfocados en el bien común mundial.
La conferencia del Foro se celebra todos los años en el pueblo de Davos, Suiza y pone frente a frente a importantes líderes de negocios y a actores clave de la política, la economía, la academia y la sociedad civil. Asimismo, muchas de estas figuras aprovechan el Foro para organizar sus propias reuniones privadas y establecer agendas clave y temas relevantes como la inversión o los negocios.
Figuras mundiales con gran relevancia como los Jefes de Estado y Gobierno, personajes importantes de la ONU y de la Unión Europea y los dueños de empresas transnacionales utilizan el Foro como una plataforma para influir en la agenda global.
Temas destacados
Durante la reunión de este año hubo una variedad de temas que se tocaron, entre estos destacaron algunos por su gran relevancia para la realidad internacional.
Crisis climática
Activistas, como la sueca Greta Thunberg; la indonesia Melati Wijsen, y la zambiana Natasha Mwansa, entre otros tantos jóvenes preocupados por la situación actual en el tema del calentamiento global y el cambio climático, señalaron a las élites de no estar haciendo lo suficiente para combatir la emergencia climática. Los hielos se derriten, las sequías se prolongan, lluvias e inundaciones son cada vez peores y otros fenómenos naturales como los huracanes están cobrando más víctimas, el tiempo se agota y no habrá marcha atrás.
Algo destacado en este tema fue que la organización Greenpeace denunció que, aunque el sector financiero afirma combatir la crisis climática, continúan invirtiendo en la industria de los combustibles fósiles.
Desaceleración mundial
La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, y la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, señalaron que cuestiones como la incertidumbre y las diversas y constantes disputas comerciales son las acciones que principalmente impactan de forma negativa sobre el sector de la manufactura y en el campo de las inversiones lo que se traduce como un obstáculo al crecimiento global.
A su vez, el director general de la OIT, Guy Ryder, explicó que tanto la cooperación internacional como tener instituciones multilaterales que cuenten con la sólidez y fortaleza suficientes, son factores clave para enfrentar amenazas como las señaladas anteriormente.
Por último, David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo alertó que los gobiernos deben poner su atención en reformar sus economías, esto para prepararse para una posible nueva crisis económica mundial que, según sus propias palabras, podría ocurrir en uno o dos años.
Desigualdad
Durante las diversas discusiones, el Foro pronosticó que la desigualdad va a continuar empeorando y las brechas sociales serán cada vez más grandes si los gobiernos continúan renuentes a tomar medidas que impacten en tres indicadores clave: los bajos ingresos, la falta de protección social y los deficientes sistemas de aprendizaje. Se requiere un cambio sustancial para que el futuro de una persona no esté determinado por la situación socio-económica bajo la cual nace, de este modo, se garantizará una mejor y mayor movilidad social.
El testimonio que resaltó en esta temática fue el de la organización internacional Oxfam, la cual destacó que tan solo el 1% de la población mundial más rica posee más del doble de la riqueza total que el resto de la población más pobre. En este mismo contexto, recordaron que aún existen disparidades económicas grandes y profundas fundamentadas en la inequidad de género.
Inteligencia artificial
Uno de los temas que actualmente está acaparando la atención mundial en materia de ciencia, tecnología e innovación, es, sin dudas, la inteligencia artificial la cual supone una revolución en la forma como se conciben incluso tareas simples realizadas dentro de los hogares.
En el Foro de Davos, los directivos de grandes compañías como Huawei o Ericsson resaltaron la importancia que la inteligencia artificial y tecnologías como el reciente desarrollo de la red 5G tienen en la digitalización actual de la economía así como de la vida humana. Si bien esta inteligencia supone cambios enormes, debe también ser regularizada, hecho que está suponiendo un enorme reto en cuanto a establecer marcos jurídicos pertinentes.
No obstante, personajes como el historiador y escritor israelí Yuval Noah Harari, encendieron los focos de alerta al advertir sobre algunos de los riesgos más importantes de lo que llaman “dictaduras tecnológicas”. Según el historiador, una de las amenazas más grandes que la inteligencia artificial puede generar es la perturbación tecnológica, que se trata de alteraciones en cadena cuyo comienzo se da con la pérdida de millones de empleos debido a esta digitalización y que alteraría el orden mundial en cuanto a la división estatal entre países con un mayor desarrollo de inteligencia artificial y países dependientes de los primeros.
